ABSTRACT (RESUMEN): La guerra en Siria se ha convertido en realidad es bastante más complejo que este dibujo (aunque tiene su punto). Hay dos bandos, sí; el del dictador y el de los rebeldes/oposición. Pero en ambos bandos hay diversas facciones con intereses muy diversos que se han aliado a veces casi por casualidad y conveniencia (salvando las distancias, un poco como en la guerra civil española). Sin ánimo de ser exhaustivo en el análisis, este artículo presenta el escenario geo-estratégico básico para comprender la guerra; siempre teniendo en cuenta que la información que nos llega no es completa ni actualizada y que los matices son innumerables.
- Al bando del dictador (Bashar al-Assad) lo apoyan:
-Rusia, que vende armas al dictador y le ayuda diplomáticamente (por ejemplo vetando resoluciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas) como una manera de hacerle la contra a EEUU. Tiene intereses en el petróleo de la zona y en ciertos oleoductos. Para Rusia, el dictador es una garantía de estabilidad y un aliado desde hace tiempo. Piensan que cualquier cambio puede dejarles sin influencia en la zona. Además, Rusia siente que EEUU y sus aliados intervinieron en Libia mucho más allá de lo que Rusia permitió en el Consejo de Seguridad. Rusia piensa que es peligroso para sus intereses que EEUU interprete el caso Libio como un precedente internacional y esta vez quiere ser más tajante en su bloqueo. Por si fuera poco, a todo esto se añade que el bando rebelde es mayoritariamente suní (un tipo de islam), misma religión que profesan los chechenos (pueblo que ha intentado varias veces independizarse de Rusia por la vía armada)... Aunque el conflicto checheno hace años que dejó su fase más truculenta, "rebeldes+armados+suníes" son palabras que los rusos no quieren ver juntas.
-Irán, que apoya con múltiples recursos, incluidos los militares. Irán es de religión chií (un tipo de islam) y el dictador es alauí (un tipo de chiismo). Tiene en común con el dictador su miedo a las revueltas pro-democracia de los últimos años como amenaza a su poder autoritario. Asimismo, de ganar el dictador, Irán aseguraría su influencia en la zona (recursos naturales-económicos incluidos).
-Hezbolá, un grupo armado chií (terrorista para occidente) del Líbano, que está financiado por Irán y aporta al dictador soldados. Harán lo que haga Irán. Entienden la guerra como un conflicto entre etnias y facciones religiosas (al estilo de la guerra del Líbano).
*A estas fuerzas se le han sumado milicianos de diversos orígenes: kurdos (PKK), Iraquíes (chiíes), Palestinos extremistas, etc.
-La minoría alauí de Siria, confesión a la que pertenece el dictador. Temen que las demás etnias (que no medraron tanto durante la dictadura) se venguen contra ellos si cae Al-Assad.
-Parte de los cristianos sirios (que son muchos, por cierto, aunque minoría), que temen que si ganan los rebeldes (muchos de ellos extremistas islamistas) se les quiten derechos (curiosamente, el dictador era uno de los garantes de la libertad de cultos y los cristianos no estaban más oprimidos que cualquier otro colectivo).
*Algunos sectores que inicialmente se alinearon con los rebeldes ahora han vuelto a apoyar al dictador tras el temor de que tomen el poder ciertas secciones fundamentalistas del bando rebelde.
*Otros países se han posicionado en contra de intervenciones favorables a la oposición y han defendido el estatus quo (lo que viene a ser, al dictador). Entre estos países tenemos, entre otros, a varios conocidos del antiamericanismo, como Cuba o Venezuela y a un semi-aliado ruso como es China en todo lo que sea la defensa de dictaduras y la oposición a EEUU.
*Algunos sectores que inicialmente se alinearon con los rebeldes ahora han vuelto a apoyar al dictador tras el temor de que tomen el poder ciertas secciones fundamentalistas del bando rebelde.
*Otros países se han posicionado en contra de intervenciones favorables a la oposición y han defendido el estatus quo (lo que viene a ser, al dictador). Entre estos países tenemos, entre otros, a varios conocidos del antiamericanismo, como Cuba o Venezuela y a un semi-aliado ruso como es China en todo lo que sea la defensa de dictaduras y la oposición a EEUU.
- A la oposición la apoyan:
-Arabia Saudí y las monarquías árabes suníes (un tipo de islam), ya que son enemigos de Irán y la mayoría de la población siria (y de los rebeldes) es también suní. Temen que si el dictador gana, Irán amplie su área de influencia, teniendo un arco de aliados con territorios continuos en Líbano-Siria-Irán.
-La parte (mayoría) de la población suní de Siria.
-La minoría laicista pro-democracia y derechos humanos (y digamos, progresista al estilo de la primavera árabe) de la población siria. Todo esto empezó cuando, hace dos años, se reprimieron brutalmente las manifestaciones de este sector de la población y una parte de ellos tomaron las armas para derrocar al dictador.
-Buena parte de la minoría kurda, que ve en la guerra una oportunidad de ganar una gran autonomía para sus territorios.
-Una parte del ejército sirio, que se ha vuelto contra el dictador (pertenencientes sobretodo a los anteriormente citados grupos) y que encabezan el llamado Ejército Libre de Siria.
-Buena parte de la minoría kurda, que ve en la guerra una oportunidad de ganar una gran autonomía para sus territorios.
-Una parte del ejército sirio, que se ha vuelto contra el dictador (pertenencientes sobretodo a los anteriormente citados grupos) y que encabezan el llamado Ejército Libre de Siria.
-Al-Qaeda. Sí, Al-Qaeda son suníes, y están deseando que caiga el dictador para, aprovechando el caos de la guerra y las instituciones débiles de la post-guerra, hacerse con el control de varias regiones en las que puedan implantar su modelo de sociedad estilo talibanes de Afganistán. Van un poco por libre y, de hecho, el temor a ellos ha hecho que algunos sectores que antes apoyaban a los rebeldes ahora casi que prefieran la opresión del dictador que la de los talibanes. En cualquier caso, no suponen más que una minoría del bando rebelde y, en gran parte, se trata de fuerzas de origen extranjero.
-También hay otros grupos suníes extremistas que no son técnicamente Al-Qaeda, pero que se le parecen. Son un parte importante aunque no mayoritaria de la fuerza militar de los rebeldes.
-La OTAN (EEUU, Reino Unido, Francia, España, Turquía, etc.). Por un lado la OTAN es enemiga de Irán (que está en el otro bando) y EEUU es aliado de Arabia Saudí. No debemos caer en la tentación de equiparar Siria con lo ocurrido en Libia (donde los bandos eran dos, razonablemente sencillos y ninguno especialmente bien armado). Si en Siria no han intervenido hasta ahora es porque no se tiene muy claro qué quiere hacer con el país la oposición/rebeldes si gana la guerra. EEUU temía hacer ganar a unos rebeldes que luego acaben creando otro Afganistán: sí, en teoría democrático, pero un caos incontrolable donde florezcan los extremistas tipo Al-Qaeda. Siria tiene recursos naturales interesantes, pero quizás no merezca la pena ni a los occidentales más avariciosos meterse en esta guerra por ellos, al estilo de Irak. Entrar en guerra con Irán no es cualquier cosa, y todo podría complicarse mucho más si entrara EEUU en la partida con tropas propias sobre el terreno. Una parte de la oposición nos pide a gritos que les ayudemos para evitar ser aplastados por el dictador (como ya ha hecho en numerosas ciudades que los rebeldes habían tomado), otra nos mira con recelo. De momento, EEUU ha anunciado ayuda en equipos militares y en cuanto al dominio aéreo.
*La UE, en particular, acaba recientemente de permitir que se vendan armas a los rebeldes (y prohíbe que se haga al dictador), pero nada más -ayuda humanitaria a parte-. Como organización está claro que no entrará en ningún conflicto armado, pero Francia y Reino Unido podrían sumarse a intervención estadounidense. En cualquier caso, lo veo menos probable en el caso de Francia. Francia acaba de salir de Mali y Hollande no está como para jugarse su popularidad a una tercera guerra en poco tiempo (mucho más difícil que las anteriores). Además, la UE no puede dejar de comprender la ambigua situación de los cristianos sirios que, sin ser particularmente partidarios del dictador, ven con mayor temor si cabe la incertidumbre que pudiera seguirle.
*La UE, en particular, acaba recientemente de permitir que se vendan armas a los rebeldes (y prohíbe que se haga al dictador), pero nada más -ayuda humanitaria a parte-. Como organización está claro que no entrará en ningún conflicto armado, pero Francia y Reino Unido podrían sumarse a intervención estadounidense. En cualquier caso, lo veo menos probable en el caso de Francia. Francia acaba de salir de Mali y Hollande no está como para jugarse su popularidad a una tercera guerra en poco tiempo (mucho más difícil que las anteriores). Además, la UE no puede dejar de comprender la ambigua situación de los cristianos sirios que, sin ser particularmente partidarios del dictador, ven con mayor temor si cabe la incertidumbre que pudiera seguirle.
*Turquía, que es parte de la OTAN, podría entrar en la guerra por el bando de los rebeldes (provocaciones de los sirios no han faltado, ataques fronterizos incluidos). En teoría no parece descabellado que quiera fomentar la democracia entre sus vecinos, siendo como es el país que de referencia en la región como modelo de democracia musulmana moderna. Sin embargo, no lo ha hecho porque no ve claro que tenga nada que ganar con ello y sí mucho que perder (por ejemplo, que los kurdos -un pueblo independentista que vive a caballo entre Turquía, Siria e Iraq- aproveche la confusión para afianzar sus posiciones, justo ahora que parecía que el PKK iba a dejar las armas). Turquía, recordemos, puede obligar a EEUU y el resto de la OTAN a entrar en la guerra si se ven amenazadas sus fronteras (aunque hasta ahora se ha valido por sí misma para repeler los ataques que ha sufrido). Si quieren un "casus belli", no les costará encontrarlo.
*Otros países árabes de reciente democracia como Túnez, Egipto o Libia (suníes, por cierto) también han dado apoyo diplomático a los rebeldes (que son "hermanos" de la primavera árabe), pero están demasiado débiles como para prestarles apoyo militar.
*Israel es otro cabo suelto. En teoría podría entrar si lo hiciese EEUU, aunque en ocasiones va por libre; teniendo en cuenta que el dictador es apoyado por sus archienemigos: Irán y Hezbollá. Es más, ya han habido varias batallas entre las fuerzas de éste y las de Israel en la región fronteriza y disputada de "Los Altos del Golán". Sin embargo, lo más probable es que Israel se limite a mantener su influencia en esa zona, sin aventurarse más profundamente en el conflicto sirio.
En definitiva, el conflicto sirio es muchísimo más complejo que el de Libia (un conflicto entre tribus, pero de la misma religión; en el que el dictador apenas tuvo aliados, salvo algunos tuaregs). Decía al principio que me recuerda, salvando las distancias, a la guerra civil española de 1936-39, en la que se amalgamaron a facciones muy diversas y hasta opuestas tanto en un bando (como eran el comunismo, el anarquismo y el progresismo democrático) como en el otro (como eran los tradicionalistas carlistas, los revolucionarios falangistas y ciertos poderes económicos). Es más, no olvidemos que también en Siria hay muchos combatientes que luchan simplemente "en el bando que les ha tocado" por razones geográficas o religiosas, pero que probablemente abandonarían el frente si les dejaran (como ha ocurrido a menudo en el bando del dictador). Como añadidura, otro punto de similitud es la participación de brigadistas voluntarios internacionales en ambos bandos, que ven el conflicto como un tablero en el que se juega una partida a mayor escala (suníes contra chiíes, religiosos contra laicos, democracias contra dictaduras...). Como broche, vemos también como cada bando cuenta con el apoyo desigual de diversas potencias extranjeras que apoyan militar, económica o diplomáticamente.
A la hora de entender por qué EEUU y los demás occidentales no hemos intervenido con tropas ya que si lo hiciéramos (del lado de los rebeldes, se entiende) se darían situaciones tan irónicas como que la OTAN y Al-Qaeda estarían luchando contra el mismo enemigo. Al igual que EEUU no apoyó a los republicanos españoles porque prefería a un dictador que a un hipotético gobierno comunista, ahora teme apoyar con tropas (aunque ya lo hace actualmente con equipamientos y próximamente quizás con su fuerza aérea) a los rebeldes, por temor a cargar con las culpas de un hipotético estado fallido y base para el terrorismo fundamentalista.
Pero no solo los occidentales estamos sujetos a estos dilemas. Las monarquías árabes, que son regímenes absolutistas (o casi), están apoyando a unos rebeldes que quieren derrocar a un dictador para implantar la democracia, principalmente para ganar influencia frente a su archienemigo, Irán. Algo así como cuando las monarquías absolutas de Francia y España apoyaron a los estadounidenses a independizarse, con tal de perjudicar a Inglaterra. Quizás acaben sentando un peligroso precedente que se les vuelva en contra el futuro... como les ocurrió a Francia y España. La historia es tozuda y le gusta repetirse.
*Otros países árabes de reciente democracia como Túnez, Egipto o Libia (suníes, por cierto) también han dado apoyo diplomático a los rebeldes (que son "hermanos" de la primavera árabe), pero están demasiado débiles como para prestarles apoyo militar.
*Israel es otro cabo suelto. En teoría podría entrar si lo hiciese EEUU, aunque en ocasiones va por libre; teniendo en cuenta que el dictador es apoyado por sus archienemigos: Irán y Hezbollá. Es más, ya han habido varias batallas entre las fuerzas de éste y las de Israel en la región fronteriza y disputada de "Los Altos del Golán". Sin embargo, lo más probable es que Israel se limite a mantener su influencia en esa zona, sin aventurarse más profundamente en el conflicto sirio.
En definitiva, el conflicto sirio es muchísimo más complejo que el de Libia (un conflicto entre tribus, pero de la misma religión; en el que el dictador apenas tuvo aliados, salvo algunos tuaregs). Decía al principio que me recuerda, salvando las distancias, a la guerra civil española de 1936-39, en la que se amalgamaron a facciones muy diversas y hasta opuestas tanto en un bando (como eran el comunismo, el anarquismo y el progresismo democrático) como en el otro (como eran los tradicionalistas carlistas, los revolucionarios falangistas y ciertos poderes económicos). Es más, no olvidemos que también en Siria hay muchos combatientes que luchan simplemente "en el bando que les ha tocado" por razones geográficas o religiosas, pero que probablemente abandonarían el frente si les dejaran (como ha ocurrido a menudo en el bando del dictador). Como añadidura, otro punto de similitud es la participación de brigadistas voluntarios internacionales en ambos bandos, que ven el conflicto como un tablero en el que se juega una partida a mayor escala (suníes contra chiíes, religiosos contra laicos, democracias contra dictaduras...). Como broche, vemos también como cada bando cuenta con el apoyo desigual de diversas potencias extranjeras que apoyan militar, económica o diplomáticamente.
A la hora de entender por qué EEUU y los demás occidentales no hemos intervenido con tropas ya que si lo hiciéramos (del lado de los rebeldes, se entiende) se darían situaciones tan irónicas como que la OTAN y Al-Qaeda estarían luchando contra el mismo enemigo. Al igual que EEUU no apoyó a los republicanos españoles porque prefería a un dictador que a un hipotético gobierno comunista, ahora teme apoyar con tropas (aunque ya lo hace actualmente con equipamientos y próximamente quizás con su fuerza aérea) a los rebeldes, por temor a cargar con las culpas de un hipotético estado fallido y base para el terrorismo fundamentalista.
Pero no solo los occidentales estamos sujetos a estos dilemas. Las monarquías árabes, que son regímenes absolutistas (o casi), están apoyando a unos rebeldes que quieren derrocar a un dictador para implantar la democracia, principalmente para ganar influencia frente a su archienemigo, Irán. Algo así como cuando las monarquías absolutas de Francia y España apoyaron a los estadounidenses a independizarse, con tal de perjudicar a Inglaterra. Quizás acaben sentando un peligroso precedente que se les vuelva en contra el futuro... como les ocurrió a Francia y España. La historia es tozuda y le gusta repetirse.